4 de octubre de 2018

Homenaje...y reflexión

Hola a todos, esta entrada es un poco distinta de lo que suelo escribir pero quería hacerle este homenaje a Maite (que ha madrugado tanto todos los días que se merece una buena jubilación!!) y reflexionar un poquito con vosotros sobre las nuevas tecnologías, espero que os guste!!



Cómo os decía, este año se jubila Maite la quiosquera de toda la vida de mi barrio, y le preguntábamos si iba a traspasar el kiosko y nos comentaba, con pena, que las ventas cada vez disminuían más ya que mucha gente se pasaba a la edición digital. 
Seré una romántica empedernida pero me niego a olvidarme de los libros o periódicos en versión tradicional.

Me encanta el olor de la tinta, el tacto del papel, la emoción de pasar de página -no de pantalla- o el hecho de usar marca páginas... 

Soy una lectora incansable y sé que los medios digitales tienen muchas ventajas (sobre todo por el tamaño de algunos libros y la falta de espacio en las casas cada vez más pequeñas y la facilidad de poder acceder a ellos en cualquier momento) pero le falta ese tipo de sensaciones que me parecen únicas!!

También me gusta la idea de ir a comprar el periódico los domingos por la mañana, ver cada portada, ojear las revistas y decidir cuál te vas a comprar... 

Recuerdo que cuando era peque nos hacía mucha ilusión ir de la mano de nuestros papis al kiosko...y como no, siempre caía algún cromo o chuche!!!! 

Me da pena que las facilidades que da el mundo virtual, mermen un poco las costumbres antañas y que no se luche por mantenerlas.

En fin, yo como buena romántica seguiré intentando mantener la tradición y acercarme cada Domingo a por mi prensa al kiosko más cercano... Maite te vamos a echar de menos!!!

23 de abril de 2018

El niño que pudo hacerlo




Holaaaa!!! Os dejo este cuento que me ha encantado y del que se puede sacar grandes enseñanzas!! Disfrutarlo!!

Un cuento para niños y adultos: el niño que pudo hacerlo





El niño que pudo hacerlo


Dos niños llevaban toda la mañana patinando sobre un lago helado cuando, de pronto, el hielo se rompió y uno de ellos cayó al agua. La corriente interna lo desplazó unos metros por debajo de la parte helada, por lo que para salvarlo la única opción que había era romper la capa que lo cubría.

Su amigo comenzó a gritar pidiendo ayuda, pero al ver que nadie acudía buscó rápidamente una piedra y comenzó a golpear el hielo con todas sus fuerzas.

Golpeó, golpeó y golpeó hasta que consiguió abrir una grieta por la que metió el brazo para agarrar a su compañero y salvarlo. A los pocos minutos, avisados por los vecinos que habían oído los gritos de socorro, llegaron los bomberos. Cuando les contaron lo ocurrido, no paraban de preguntarse cómo aquel niño tan pequeño había sido capaz de romper una capa de hielo tan gruesa.

-Es imposible que con esas manos lo haya logrado, es imposible, no tiene la fuerza suficiente ¿cómo ha podido conseguirlo? -comentaban entre ellos.

Un anciano que estaba por los alrededores, al escuchar la conversación, se acercó a los bomberos.
-Yo sí sé cómo lo hizo -dijo.
-¿Cómo? -respondieron sorprendidos.
-No había nadie a su alrededor para decirle que no podía hacerlo.

Autor: adaptación realizada por Eloy Moreno de un cuento popular.